Barcelona vino a mi por pura casualidad (o quizás no) Siempre habia pensado en España como una opción, pero me imaginaba más en Madrid, pero un día de la nada buscando una opción de master apareció la combinación perfecta para mí: Comunicació y educació en la Universidad autónoma de Barcelona, se mezclaban las dos carreras que había estudiado en la universidad. Periodismo y pedagogía. Llegué a vivir a la ciudad condal en 2007 y fue uno de los mejores años de mi vida.
Volví a Chile al año después y Barcelona se volvió un pendiente en mi vida. Intenté volver y postulé a un doctorado, pero sin beca no había opción. Finalmente, volví a Barcelona en el 2016, justo antes de que se cumplieran 10 años de mi partida, de esa ciudad que sentía tan perfecta, con el mar cerca, la vida cultural imposible de abordar, el mundo cosmopolita, pero con la gran presencia de sus orígenes: Siempre el catalan y los catalanes.
La vida dio más vueltas y decidí dejar Rapa nui donde vivía hace seis años y Barcelona nuevamente era uno de los lugares para volver y quedarse por lo menos un mes, no me quería repetir los lugares, yo sentía que volvía a un lugar mío, además en cada visita descubro algo nuevo.
En abril de 2019 llegué nuevamente. Tuve la intuición y la suerte de recorrer esta ciudad antes de que el mundo parara. Volví a propósito en abril porque no me podía perder Sant Jordi, la fiesta de la rosa, la celebración del amor y los libros en el 23 de abril.
Para quienes amamos leer y los libros este día en Barcelona y en toda Catalunya es una verdadera fiesta. Los escritores en las calles firmando libros, dando charlas, las calles llenas de rosas.
Estuve un par de días, la recorrí con la nostalgia de una abuela y me tentó tanto vivir nuevamente ahí, pero de nuevo no lo hice como estudiante si no como visita, turista y con el pololo sueco incluido.
Caminar y caminar.
Tratar de ir a los barrios fuera del centro para ver la vida catalana. Más allá de Estación de Sants
Un paseo completo por la rambla del centro hasta Cristobal Colon
Tomar los teleféricos desde el puerto de Barcelona y llegar a Mountjuic
Tomar toda la sangría posible
Llegar a Diagonal con Paseo de Gracia y caminar hasta el centro de Plaza Catalunya
Literalmente perderse por el Gótico. Encontrar las ruinas romanas que aparecen en la serie Merli y por supuesto llamar a Minerva.
Encontrar el unicornio en uno de los edificios del Gótico.
Ir a las fuentes de Mountjuic y disfrutar la música, los colores y el agua.
Encontrar detalles que puedes hacer propios y serán parte de tu historia en la ciudad
Ir al Palau de la música
Subir al Tibidabo
y tantas cosas más....